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Clásicos de la arquitectura: Centro Cultural Oscar Niemeyer

El proyecto del Centro Cultural no solo fue diseñado por el arquitecto Oscar Niemeyer sino que también lleva su nombre. Situado en la ciudad de Goiânia, en el estado de Goiás, Brasil, fue construido sobre la Explanada de la Cultura “Juscelino Kubitschek” -ex presidente de la República-, una superficie de 26 mil metros cuadrados concebida como plaza pública y destinada a la celebración de espectáculos y eventos. El complejo está formado por cuatro edificios que se distinguen por sus geometrías puras: un rectángulo que alberga la biblioteca pública, un cilindro que alberga el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), una media esfera que alberga el Palacio de la Música y una pirámide de 36 metros de altura que alberga el Monumento a los Derechos Humanos.

Morfológicamente, el edificio de la biblioteca es una simple caja de cristal tintado que se eleva sobre pilotes y contrasta con las blancas y continuas superficies del MAC y el Palacio de la Música y también con los vibrantes muros rojos del Monumento a los Derechos Humanos. Con sus 700 metros cuadrados, este último edificio triangular alberga el espacio Lygia Rassi, un auditorio con capacidad para 166 personas, además de un jardín de invierno y una sala de exposiciones.

No es fácil encasillar la obra de Oscar Niemeyer dentro de un movimiento arquitectónico, sobre todo porque los discursos de los historiadores, los críticos y los arquitectos que estudiaron y estudian sus proyectos son muy polarizados y dualistas. Con diversas consideraciones, estos aprueban o condenan su trabajo, a veces vinculándolo directamente con el movimiento moderno y otras rastreando influencias de otros estilos. Las desviaciones de los cánones formales y funcionales en la obra de Niemeyer generan particularmente una dificultad para abordar sus proyectos según los criterios del racionalismo arquitectónico. Sin embargo, funcionales o no, sus obras son expresiones de la arquitectura moderna, con líneas limpias, onduladas y precisas que a veces coquetean con otras tradiciones estilísticas como el neoclasicismo y el cubismo.

El formalismo de Niemeyer se considera una desviación de los principios originales del movimiento moderno y el notado énfasis puesto en la expresión artística da lugar a que sus obras se asocien con el modernismo de las formas libres.

egún Maxwell, podemos establecer una conexión entre lo clásico y lo moderno ya que la arquitectura, desde la antigüedad, ha trabajado la geometría.